
Hola!
Yo soy Ionut Oancea, nacido en Avrig, Sibiu, en pleno corazón de Transilvania. Sí, esa tierra de montañas majestuosas, tradiciones antiguas y leyendas de castillos donde supuestamente vivía Drácula 🧛♂️. Pero no se preocupen, yo soy más de café y arepas que de colmillos y capas negras.
Desde muy joven llegué a Holanda, y allí tuve la fortuna de ser “adoptado” por los colombianos. Ellos me abrieron sus puertas como si fuera de la familia, me enseñaron que un “¿ya comió?” es la forma más sincera de decir “te quiero” y que un abrazo sincero puede curar cualquier nostalgia. Gracias a esa acogida, descubrí que, además de mi familia en Rumania, también tengo otra en Holanda.
Con el tiempo, viajando a Colombia, entendí algo parecido: allá también encontré una segunda familia. Cada vez que me hace falta, regreso, y el país me recibe con la misma calidez que la primera vez. En Colombia no soy un turista, soy alguien que vuelve a casa de los suyos, que comparte mesa, historias y risas.
Lo que más me cautiva es que Colombia y mi tierra natal, Transilvania, tienen mucho en común. En Avrig, al pie de las montañas, la vida gira en torno a la familia, la comida y la hospitalidad. En Colombia encontré la misma importancia por la mesa compartida, la conversación con los vecinos y la tradición que se respira en cada pueblo. Son dos tierras distintas en el mapa, pero con un alma parecida: cercana, cálida y profundamente humana.
Cada viaje a Colombia me regala historias nuevas: el calor humano de Pereira, la energía de Medellín, la magia del Eje Cafetero, la tranquilidad de Viterbo y Belalcázar, o los paisajes infinitos del desierto de la Tatacoa. Y claro, también la gastronomía: desde una bandeja paisa que llena el alma hasta un chocolate caliente con queso que derrite corazones.
Y hablando de gastronomía… tuve la suerte de participar en MasterChef Rumania 🍳. En una de las pruebas más importantes, la que me dio el delantal con mi nombre y el pase al Top 20, preparé patacones, tal como los aprendí de mis amigos colombianos: machacando el plátano hasta sacarle el alma. Esa fue mi forma de rendir homenaje a Colombia en la cocina. Abajo encontrarás un enlace al video 📺.
Está en rumano, pero como dicen: “las imágenes hablan por sí solas”.
Ah, y sí… por ahí también circula otro video donde, sin querer queriendo, se me escapó un “hp” frente a las cámaras. Cosas que pasan cuando uno cocina con pasión y un poquito de nervios.
Pero lo que más me ata a este país es su gente. Gracias a todos los colombianos que me acogieron desde mi llegada a Holanda, y a los que encontré en mis viajes, porque con todos aprendí a bailar, a reírme de mí mismo, a hablar con un “pues” al final de cada frase y a sentirme parte de sus familias.
Los colombianos tienen un talento especial: siempre te sueltan un piropo que te alegra el día.
En resumen: soy rumano, vivo en Holanda, pero cada vez que regreso a Colombia me encuentro con lo más bonito: paisajes, cultura, gastronomía y, sobre todo, gente que me recibe como parte de la familia.
Por eso creé TravelToColombia.nl: para compartir esas historias, tips y recuerdos que hacen de este país un lugar imposible de olvidar.
Y si llegaste hasta aquí, ya sabes: cualquier duda, curiosidad o inquietud que tengas, escríbeme y con mucho gusto te respondo. También, si quieres proponer una colaboración, no lo dudes: estoy abierto a nuevas ideas y a seguir construyendo juntos más historias con sabor colombiano.
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